Obra pictórica de Alphonse Mucha
Caminé despacio -los pasos del alma
no hacen ruido en la hojarasca-.
Te llevaba en andas, para librar de peso
a las ansiedades que me lastimaban.
Hubo quien creyó por ello, que te idolatraba.
No quería verte pero, por temor, miraba…
No quería irme, pero por pasión,
en la dura selva de los imposibles, me internaba.
Hubo quien sentenció
que de mi mejor destino me alejaba.
Sin embargo…era decisión inclaudicable
que planee por mucho tiempo, desvelada.
Solo buscaría entre frescas hojas,
tu huella hecha barro, tus pisadas,
tu barro hecho huellas, tus palabras,
y las tomaría aún frescas entre mis manos,
para secarlas al sol, bendecidas, sacras.
Viéndolas palpitar de cielo, emocionada,
las guardaría, en bolsillo de lino,
lino y latidos, fibra, nervios y alas;
¡descadenado al fin!, perfumado de calmas.
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